Hoy damos punto final a este año 2015.
Para muchos memorables, para otros innombrable.
Para mi, un año más de mi vida ha pasado. No pienso si ha sido mejor o peor, simplemente las circunstancias han conllevado un año diferente al resto: He perdido amistades por el camino, pero he unido lazos con aquellos que me correspondían con afecto y caricias.
He trabajado duro para obtener aquello que amo y en lo que me he convertido a día de hoy.
Quizás no soy la de hace un año, atolondrada como era, pero siento que en este año he descubierto más de mi que en dos años consecutivos.
Porque el ser humano nunca para de evolucionar... Y no se detiene ante la adversidad.
Llevo dos años ya con este blog y la verdad es que me da la impresión que cada día lo reinició de una forma distinta al anterior.
Mis sentimientos siempre se han reflejado en la escritura y aun a día de hoy no hay excepción.
Este año hemos superado las 3.000 visitas y de media, este pequeñito blog recibe 10 visitas al día.
Pero, claro esta, las cifras no hacen evidente algo que si que se ve a primera vista: Este blog esta creciendo al ritmo que maduro, al compás de mis cambios, mis frustraciones y motivaciones y eso quizás lo hace más cercano a la gente, porque es imperfecto en su totalidad... Es humano.
Y no doy gracias por esas estadísticas, sino por el apoyo de todos, aunque no me sigáis, o no comentéis, o simplemente estuvierais pasando por aquí por pura curiosidad o pereza, os lo agradezco, porque todos esos pasos invisibles que vosotros dais me impulsan a progresar.
No pido más actividad, ni intento daros lástima, únicamente deseo agradecer de todo corazón.
Gracias por estar a mi lado, aunque no me conozcáis o no sepáis casi nada de mí.
Gracias, de nuevo, por vuestro voto de confianza.
Gracias.
Feliz año nuevo,
Alba <3
No hay comentarios:
Publicar un comentario